Así empezó la conversación en el grupo de WhatsApp de
primos lejanos.
Recuerdo que era chica. Que mi abuela casi se desmaya y
mi primo –cercano- empezó a abanicarla con una servilleta.
“Sabemos que querés un cambio. Sin ir más lejos, hace un
ratito mandaste una foto fiscalizando para el PRO. Pero repetiste que ese
cambio era para mejor y que venía con alegría y esperanza. Entonces te pedimos
que no mandes esa clase de mensajes por acá porque no todos pensamos igual que
vos. Gracias”.
Esa tarde, en el comedor de la casa de mi abuela, se
discutía por política. Parte de la familia era radical y la otra, peronista.
Siempre, en algún momento de los almuerzos familiares, la cosa se ponía
acalorada. Como éramos chicos, no entendíamos cómo los grandes podían enrojecer
su piel, transpirar, elevar el tono de voz, y hasta levantarse de la mesa por
defender a Raúl Alfonsín o Juan Domingo Perón.
La historia de la democracia argentina históricamente
enfrentó a dos partidos políticos, el peronismo y el radicalismo. Hoy, en días
donde reinan las conversaciones por WhatsApp, el radicalismo no tiene el liderazgo,
ni la fuerza política de la época del comedor de mi abuela. Pero se alió con el
PRO, un espacio político que surgió en 2005, de la mano de Mauricio Macri, bajo
el sello de “Cambiemos”.
“Por favor, manden los mensajes de política por privado”,
comenzó a decir otra prima. En el medio, hubo frases y memes como que al ganar
Macri los de La Cámpora se exiliarían en Europa con los refugiados, que con el
PRO se terminó la dictadura K. Pero también hubo otros mensajes de texto como ¿te
fue mal con el kirchnerismo en estos años que tanto odio tenés?, que la
estatización de YPF, que la Asignación Universal. Y respuestas como que la
inseguridad crece.
“Chicos, por privado por favor”, repetía una de las
primas en son de paz.
“Atroden”.
“Atroden”. “Atroden”. Seguía repitiendo uno de ellos.
En ese instante comprendí eso de caer en la trampa de enrojecer
la piel, transpirar, elevar el tono de voz, y hasta salir de un grupo de WhatsApp
–en vez de levantarse de la mesa- por defender a quienes intentan ser una
mediocre emulación de Alfonsín o Perón.
1 comentarios:
Ja ja Eso mi vida se llana crecer, incluirse, participar y Sentir !!!Somos típicamente Argentinos calentones descendientes de tanos.gallegos calentones Bienvenida al Club Te ama MÁ
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